Todo cae por su propio peso, todo se transforma, fluye, evoluciona. Hay veces que creemos que hay cosas imprescindibles en nuestras vidas y después de un tiempo entendemos que no lo eran, que lo único que una persona necesita para poder estar bien es su propia voluntad, que las cosas simplemente no podrían haber tomado un camino distinto del que tomaron. No es bueno nunca intentar entender YA todas las cosas o tratar de apurar las soluciones, todo llega... A veces al encontrarme frente a un problema no puedo imaginarme como va a terminar. Pero cuando se soluciona me doy cuenta que ... no sé, de algún lado salen las respuestas. Son cosas que atraemos, o será una cuestión de casualidades, o una mezcla de ambas...
En realidad lo que quería hacer en este post -y creo no haberlo logrado- era explicar lo HERMOSA que es la sensación de despertarse en paz, de tener la certeza que, de un momento al otro, las cosas que me hacían mal ya no me importan nada y que lo único que quiero hacer es vivir el día que está empezando
"Cada día es una oportunidad de salir a la calle y enfrentar al viento." (Fito Páez - Tiempo al Tiempo)
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