domingo, 11 de septiembre de 2011

Pinceladas I

Algún día volverán los días más vivos, más cromáticos de todos. Alguna vez vas a saber que todo, todo lo absurdo que he hecho fue por amor. Algún día maldecirás el haberme dejado. Alguna vez tus ojos se transformarán en sombras en la pared mi mente que a su vez se filtrarán por mis poros y proyectarán en alguna otra pared, lejana al hoy, lejana a este tiempo mío de extrañarte con todo el poder del alma. Los colores ensucian y limpian esta realidad, tan estática de noche, tan dinámica de día. Amarillo y rojo y azul y violeta para los días sin vos, coloreados de alegría para poder soportar otro cachito más de vida sin verte. Y a pesar de que duela, todo se sigue moviendo de manera casi automática. Como una calesita que muestra todo alrededor, pero siempre lo mismo, siempre los mismos viejos caballos y las mismas luces de colores. Y hay detalles que nos hacen creer que todo puede volver al mismo estado de cosas de alguna vez: de repente un perfume que se impone como nuevo pero que ya conocemos viene a plasmar el lejano dolor de algún antiguo abrazo de lana perfumada a vos. Es inevitable querer cambiar para encontrarte en nuevas rutas, con otro nombre y quizás otra piel. Pero ya sabré darme cuenta a tiempo, como si alguna vez te hubiese conocido, como un flash.

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